Pensemos en un viaje por carretera con la familia. Uno primero establece un destino, se traza la ruta para alcanzarlo, se estima un tiempo de viaje, se programan algunas paradas para reponer combustible, “estirar las piernas” entre otras necesidades. Ya en el camino, seguramente iremos validando que estamos en la ruta seleccionada y avanzando según lo previsto, y que nuestro vehículo esta funcionando adecuadamente